Imagen generada con DALL·E de OpenAI.
¿Qué está pasando con el respeto hacia las personas mayores en España? La edad, que debería ser sinónimo de experiencia y sabiduría, se ha convertido en una barrera invisible que excluye, limita oportunidades y relega a millones de personas capaces. Este fenómeno tiene nombre: edadismo, y representa uno de los desafíos sociales más urgentes de nuestro tiempo, afectando a más del 70% de los españoles mayores de 55 años.
En este artículo descubrirás qué es el edadismo y cómo afecta al empleo, la digitalización y la vida cotidiana. También encontrarás 7 propuestas concretas y realizables para combatirlo, basadas en la experiencia de organizaciones como SECOT Valencia y el Consejo Valenciano de Personas Mayores (CVPM). Conocerás datos actualizados, ejemplos reales y soluciones que están funcionando para construir una sociedad más justa e inclusiva para todas las edades.
¿Qué es el edadismo y por qué debe preocuparnos?
El edadismo, según la Organización Mundial de la Salud, es la discriminación basada en la edad que se manifiesta mediante estereotipos, prejuicios y acciones contra las personas mayores. Datos recientes revelan que el 71,1% de los españoles mayores de 55 años ha vivido situaciones discriminatorias por su edad.
Como expresa Marisa García Merita, presidenta del CVPM: «No pedimos privilegios, sino igualdad de oportunidades. Las personas mayores merecemos vivir con dignidad y ser ciudadanos de pleno derecho».
Ámbitos donde el edadismo causa mayor impacto
Discriminación laboral: cuando la experiencia no vale
El empleo es donde el edadismo muestra su cara más cruel. El 84,5% de quienes buscan trabajo tras los 55 años se sienten discriminados por su edad, cifra que alcanza el 88% entre mujeres. España enfrenta una paradoja absurda: mientras hay escasez de talento y crisis demográfica, descartamos sistemáticamente a millones de trabajadores experimentados por superar una edad arbitraria.
Brecha digital: exclusión tecnológica
El 49,7% de las personas mayores ha tenido dificultades con herramientas digitales. El problema no es la edad, sino el diseño excluyente de productos que no contemplan sus necesidades. Cuando bancos eliminan servicios presenciales o la administración digitaliza trámites sin alternativas, estamos ante discriminación activa.
El proyecto valenciano «A más comunidad, menos soledad» demuestra que esta barrera es superable: ha movilizado a más de 80 personas mayores mediante talleres digitales, clubs de lectura y actividades intergeneracionales en el barrio de San Isidro.
Invisibilidad social y servicios públicos
Las personas mayores prácticamente desaparecen de campañas publicitarias y medios, mientras el 76% de las mujeres sufre presión social para eliminar signos de envejecimiento corporal y productivo. Además, el 41,3% ha experimentado discriminación en trámites administrativos y el 22,4% recibe trato condescendiente en sanidad.
Consecuencias del edadismo en la sociedad
El edadismo provoca pérdida de autoestima, depresión y aislamiento social en las personas afectadas. Quienes interiorizan estos estereotipos se autocensuran, acelerando su deterioro cognitivo y físico.
A nivel económico, representa un desperdicio masivo de talento. Cuando excluimos del mercado laboral a profesionales capaces, perdemos conocimiento, mentoría y productividad. Ignoramos también sus contribuciones como cuidadores, voluntarios y transmisores de cultura.
7 propuestas para combatir el edadismo
1. Reformar el mercado laboral
Se necesitan incentivos fiscales reales para empresas que contraten perfiles senior: subvenciones a la Seguridad Social y bonificaciones que hagan económicamente atractiva la contratación de experiencia. Los equipos multigeneracionales, donde la experiencia complementa la innovación, generan mejores resultados.
SECOT Valencia lo demuestra: durante 2024 dedicó 2.000 horas de asesoramiento gratuito, benefició a 252 proyectos empresariales, generó 119 empleos y organizó 58 sesiones formativas para 1.400 personas.
2. Digitalización inclusiva obligatoria
- Diseño universal: Los servicios digitales deben diseñarse desde el inicio para todos los usuarios, con interfaces claras y procesos simplificados.
- Servicios híbridos obligatorios: Mantener siempre alternativas presenciales en banca, administración, sanidad y transporte. La digitalización debe facilitar, nunca excluir.
- Acompañamiento comunitario: Redes de apoyo digital en barrios donde personas mayores reciban ayuda personalizada, como los exitosos talleres intergeneracionales de Valencia.
3. Campañas de sensibilización masivas
Necesitamos campañas públicas que desmantelen estereotipos, mostrando la diversidad real de las personas mayores: profesionales activos, emprendedores, deportistas, artistas. Los medios deben incorporar personajes mayores en roles protagónicos, no solo como abuelos estereotipados.
4. Formación continua bidireccional
Las universidades para mayores y programas de formación continua deben ser accesibles y valoradas. En SECOT Valencia la formación continua es clave: aprender y enseñar enriquecen el conocimiento y fortalecen el compromiso social. La obsolescencia profesional no viene de la edad, sino de la falta de actualización.
5. Legislación contra el edadismo
Una ley integral debe establecer:
- Prohibición expresa de límites de edad en ofertas de empleo
- Formación anti-edadismo en administraciones públicas
- Requisitos de accesibilidad multigeneracional
- Mecanismos de denuncia y protección
6. Espacios intergeneracionales
Centros comunitarios, programas de voluntariado y proyectos donde conviven personas de diferentes edades rompen estereotipos mutuos. Las escuelas pueden incorporar programas donde mayores compartan oficios tradicionales, historia oral o simplemente tiempo con niños.
7. Reconocimiento público de contribuciones
Visibilizar proyectos liderados por seniors, premiar iniciativas y celebrar historias de personas mayores que emprenden, aprenden o tutorizan. Organizaciones como el CVPM y SECOT deben recibir mayor apoyo institucional y visibilidad mediática.
Acciones individuales contra el edadismo
Mientras llegan cambios estructurales, cada persona puede contribuir:
- Cuestionando prejuicios propios sobre la edad
- Evitando comentarios edadistas disfrazados de humor
- No asumiendo limitaciones basadas únicamente en edad
- Apoyando autonomía de familiares mayores
- Incluyendo activamente a personas mayores en actividades sociales
- Valorando la experiencia como activo invaluable
Una oportunidad demográfica sin precedentes
En las próximas décadas, más de un tercio de la población española superará los 65 años. Podemos verlo como amenaza o como oportunidad. En SECOT Valencia lo vemos como una valiosa oportunidad: tener una población con experiencia, conocimientos y ganas de contribuir.
El envejecimiento activo es una realidad en países que aprovechan el talento senior. Necesitamos una sociedad que valore a las personas por sus capacidades, no por su fecha de nacimiento. Desde SECOT Valencia y junto al CVPM, reafirmamos nuestro compromiso con la formación, el voluntariado y la integración social de las personas mayores.
Llamada a la acción
El momento de actuar es ahora. Combatir el edadismo no es solo un imperativo ético, sino una necesidad económica y social. Cada día que permitimos esta discriminación desperdiciamos talento y perpetuamos injusticias.
¿Qué harás hoy para promover una vejez digna, activa y participativa? Participa en voluntariado, apoya iniciativas intergeneracionales, exige servicios inclusivos. Solo así construiremos una España sin edadismo.
Como dijo Eleanor Roosevelt: «El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños». Y como nos recuerda Mahatma Gandhi: «La medida de una sociedad es cómo trata a sus miembros más vulnerables».
Valencia 26 de noviembre de 2025